10 razones para que los hombres practiquen la modestia de la mirada.

1 – Nos ayuda a concentrarnos en las cosas más importantes.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.” (Mt 6,33) Cristo debe ser nuestra primera prioridad. Honrar el culmen de su creación (la mujer) debería ser lo segundo. Y nosotros debemos ser el tercero.

2 – Es una virtud que debemos perseguir.

Está relacionada con la castidad, la modestia y la templanza.

3 – Ayuda a nuestras hermanas a que no se sientan como objetos. Sin haber otra razón, debemos ser testimonios de la dignidad de la mujer, controlando nuestras pasiones.

4 – Ayuda a combatir la tentación. Los hombres a menudo sufren la tentación sexual. Saber custodiar los ojos ayuda a un hombre para luchar contra la tentación de los pensamientos lujuriosos después de ver una mujer.

5 – Evita mayores escándalo. Piensa en el rey David. Si hubiera practicado la modestia de los ojos, podría haber sido capaz de evitar mucho peores pecados (adulterio y asesinato). Ahora considera lo que sucede cuando un hombre está atrapado en una mirada lasciva a una mujer.

6 – Ayuda al hombre a ver a la mujer como un todo, no sólo las partes de su cuerpo. Cuando la mayoría de los hombres ven a una mujer vestida de manera inmodesta, sus cerebros empiezan automáticamente a quererlo. Así que los hombres tienen que ser capaces de ver la verdad acerca de quién es una mujer, no sólo para dividirlo en objetos que puede usar para su placer egoísta.

7 – Es lo que todo caballero debe hacer. Ninguna mujer que se respete quiere ser codiciada o examinada de arriba y hacia abajo. No serías un verdadero caballero, y deshonrarías a una mujer haciendo esto.

8 – La modestia de los ojos suma a la castidad. La castidad nos ayuda a dirigir correctamente nuestra sexualidad. Si no tenemos la modestia en la mirada, nuestra sexualidad es desordenada y necesita ser curada.

9 – Evita la próxima ocasión de pecado. Guardar sus ojos cuando se sienta tentado a utilizar a una mujer deseándola, es la meta. “Pero yo les digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.” (Mt 5,19).

10 – Ayuda a enseñar la disciplina. Los hombres deben disciplinarse para estar en control de sus pasiones y no permiten que las pasiones lo controlen.